EL COACHING Y LA GESTION DE EQUIPOS
Por qué el Coaching es el camino a seguir en la gestión de equipos
Cuando escuchas la palabra “entrenador”, ¿qué te viene primero a la mente? ¿Te imaginas un equipo de baloncesto con un hombre/mujer gritando direcciones? ¿O tal vez un equipo de fútbol con un hombre/mujer caminando de un lado a otro y gritando los nombres de los jugadores?
El coaching ya no está reservado a los equipos deportivos; ahora es uno de los conceptos clave en liderazgo y gestión. ¿Por qué es popular el coaching?
El coaching nivela el campo de juego.
El coaching es uno de los seis estilos de liderazgo emocional propuestos por Daniel Goleman. Además, es un comportamiento o papel que los líderes aplican en el contexto del liderazgo situacional. Como estilo de liderazgo, el coaching se utiliza cuando los miembros de un grupo o equipo son competentes y motivados, pero no tienen una idea de los objetivos a largo plazo de una organización.
LOS DOS NIVELES DEL COACHING
Esto implica dos niveles de coaching: equipo e individual. El coaching en equipo: Hace que los miembros trabajen juntos. En un grupo de individuos, no todo el mundo puede tener ni compartir el mismo nivel de competencia y compromiso con una meta. Un grupo puede ser una mezcla de miembros altamente competentes y moderadamente competentes con diferentes niveles de compromiso. Estas diferencias pueden causar fricción entre los miembros.
DE QUE SE OCUPA EL COACHING
El líder de coaching ayuda a los miembros a nivelar sus expectativas. Además, el líder de coaching gestiona diferentes perspectivas para que el objetivo común tenga éxito sobre los objetivos e intereses personales. En una gran organización, los líderes necesitan alinear los valores y objetivos personales del personal con los de la organización para que se puedan seguir las direcciones a largo plazo.
El coaching genera confianza y competencia.
EL COACHING INDIVIDUAL es un ejemplo de liderazgo situacional en el trabajo. Su objetivo es orientar a los miembros a partir de uno, afirmando un buen desempeño durante los comentarios regulares; y aumentar la competencia ayudando al miembro a evaluar sus fortalezas y debilidades hacia la planificación profesional y el desarrollo profesional.
Dependiendo del nivel de competencia y compromiso del individuo, un líder puede ejercer más comportamiento de coaching para los miembros menos experimentados. Por lo general, esto sucede en el caso de nuevos empleados. El supervisor directo da tareas más definidas y mantiene comentarios regulares para el nuevo personal, y gradualmente disminuye la cantidad de funciones de coaching, dirección y apoyo para favorecer la delegación a medida que aumenta la competencia y la confianza.
El coaching promueve la excelencia individual y del equipo.
La excelencia es un producto de buenas prácticas habituales. La regularidad de las reuniones y la retroalimentación constructiva es importante para establecer hábitos. Los miembros se dan cuenta de la costumbre de evaluarse constantemente por sus fortalezas y áreas de mejora que ellos mismos perciben qué conocimientos, habilidades y actitudes necesitan adquirir para alcanzar los objetivos del equipo.
En el proceso, también alcanzan la excelencia individual. Un ejemplo es el caso de una orquesta musical: cada miembro toca un instrumento diferente. Con el fin de lograr la armonía de la música de los diferentes instrumentos, los miembros pulirán su parte en la pieza, además de practicar como un conjunto. Por lo tanto, mejoran individualmente como un instrumentista.
El coaching desarrolla un alto compromiso con los objetivos comunes.
Un líder de coaching equilibra el logro de objetivos inmediatos con metas a largo plazo hacia la visión de una organización. Como se mencionó anteriormente, con la alineación de los objetivos personales con los objetivos de la organización o del equipo, los intereses personales se mantienen bajo control.
Al comunicar constantemente la visión a través de conversaciones formales e informales, los miembros están inspirados y motivados. Establecer objetivos de equipo a corto plazo alineados con los objetivos de la organización; y hacer un plan de acción para alcanzar estas metas puede ayudar a sostener la mayor motivación y compromiso con los objetivos comunes de los miembros.
El coaching produce líderes valiosos.
El liderazgo con el ejemplo es importante en el coaching. Un líder de coaching pierde credibilidad cuando no puede practicar lo que predica. Esto significa que un líder de coaching debe estar bien organizado, altamente competente es su campo, se comunica abiertamente y fomenta la retroalimentación, y tiene una idea clara de la visión-misión-objetivos de la organización.
Mediante el aprendizaje vicario, los miembros captan las mismas buenas prácticas y actitudes del líder del coaching, convirtiéndolos en líderes de coaching. Si un miembro experimenta un buen entrenamiento, es más probable que haga las mismas cosas cuando se le confían roles formales de liderazgo.
Sin embargo, algunas palabras de precaución: el coaching es sólo uno de los estilos de liderazgo. Se puede hacer en combinación con los otros cinco estilos de liderazgo emocional dependiendo del perfil del equipo emergente. Además, el coaching como estilo de liderazgo requiere que estés física, emocional y mentalmente en forma la mayor parte del tiempo, ya que implica dos niveles de coaching: individual y en equipo.
Sus miembros esperan que usted sea el último en darse por ventosa o rescatarse en cualquier situación, especialmente en tiempos de crisis. Un líder de coaching debe ser consciente de que el coaching implica invertir tiempo en cada individuo, y en todo el equipo. Además, que las responsabilidades son mayores ya que mientras usted está entrenando a los miembros, también está desarrollando futuros entrenadores también.